Uno que hace ya muchos años que se subió al carro de las nuevas tecnologías viene observando con cierto asombro cómo el uso de la informática y de las red de redes –léase internet- resulta un terreno, bien inexplorado o bien mal explorado para muchos compañeros, incluso jóvenes compañeros.
Cuando el coordinador de este boletín me recuerda la cita ya casi obligada de escribir unas líneas para la Agrupación, el tema de interés que me surge y que puede servir para utilidad de mis compañeros es el uso eficaz de las nuevas tecnologías aplicadas al despacho profesional del abogado, y que van mucho más allá del uso de el procesador de textos más una base de datos de jurisprudencia y legislación.
Mi intención era hacer una breve semblanza de aquellas herramientas más útiles que la red puede ofrecer al letrado en el ejercicio de su profesión.
Pero he cambiado de opinión. Ciertos acontecimientos ocurridos en los últimos días me han obligado a modificar mi objetivo inicial y convertir un repaso superficial sobre internet y los abogados en un monotema sobre algo que me resulta de gran utilidad en el desarrollo diario de mi profesión y espero que pueda servirte también a ti.
Voy a presentaros, a aquellos que no la conozcan, otra agrupación.
Se llama Asociación de Abogados en Internet, y su dirección web es http://www.abog.net. Se trata de un proyecto virtual de hace ya unos años en el que fui invitado a participar, invitación que, bien por pereza o por falta de interés en ese momento, decline.
La dirige un buen amigo, letrado, al que jamás he visto en persona, pero con el que he cambiado impresiones, confidencias y consejos en muchas ocasiones y de quien puedo decir considero mi amigo (internet es así). Conozco su nombre, pero para hablar de él siempre me refiero a su nick o apodo en internet. Se llama Electrón.
Electrón, junto a un equipo de abogados de toda España, desarrolló ese proyecto, que como todas las cosas tuvo unos principios modestos pero que hoy es la estrella de los portales para abogados en internet.
Lo más atractivo de los servicios que ofrece es su precio. Una cuota de cero euros siempre resulta atractiva, pero si lo que te ofrecen vale su peso en oro, aún resulta más estimulante.
No me entiendas mal, compañero. No te estoy hablando de un portal de internet comercial, como esos que te ofertan un día si y otro también. Te hablo de un proyecto concebido y creado por abogados para abogados sin ningún ánimo ni interés de lucro.
El portal ofrece una extensa gama de servicios al abogado en ejercicio: Revista de prensa, enlaces, el Agora, documentos, jurisprudencia, legislación, abogados y colegios, banco de datos, secciones lúdico-profesionales (sonrisas y lágrimas), información útil, informática para letrados, herramientas informáticas... etc.
Pero la sección que destaca de una manera espectacular es la llamada Ágora. Se trata de un foro de discusión, intercambio de ideas, opiniones y ayuda entre abogados en ejercicio. Las opiniones y las ideas que se han vertido en dicho foro han superado en contenido ya el millón de páginas web, y tiene más de mil ochocientos abogados usuarios.
¿Qué estas atascado en un procedimiento administrativo frente a la administración? Un grupo de compañeros de diversos puntos de España te dan ideas, su experiencia en casos similares y hasta te facilitan el formulario de la demanda adecuada.
¿Qué alguien no sabe como defender a un extranjero de un expediente de expulsión? Tú, con tu dilatada experiencia en extranjería, aconsejas al compañero o compañera y además le remites a la estupenda sección de extranjería de nuestro colegio.
Así funciona esto. Das y recibes, recibes y das.
No me resisto a transcribir parte del mensaje reciente de uno de los participante en el foro, cuyo nick es Oscar.
“Renunciaría a la base de datos antes que al AGORA. Algunas veces he intentado entrar para hacer alguna consulta urgente o importante para mí y no he podido por estar en mantenimiento y me he puesto de los nervios. He tenido que tirar de agenda y llamar a algunos compañeros para consultar, y ni comparar con el AGORA (sin menospreciar en absoluto a esos maravillosos compañeros, pero es que el AGORA es otra cosa).
¿No os dais cuenta que sin esta página vuestro despacho -perdón, el mío- se quedaría con un sólo Abogado: Tú -perdón, yo-? y que con el AGORA tu despacho -perdón, el mío- dispone de cientos de Abogados dispuestos a estudiar un caso contigo -perdón, conmigo-.
Yo, sinceramente creo que el valor del AGORA es incalculable, pero muchos no se darán -perdón, me daré- cuenta hasta que dejen de tener acceso a él (aunque sea temporalmente, porque me encanta que sea abierto).
Hemos creado con nuestra participación algo hermoso, valioso, revolucionario en el ejercicio del derecho, en la solidaridad y compañerismo de la profesión; una herramienta de trabajo y relación totalmente insustituible y novedosa; una nueva forma de entender y practicar el estudio de los casos, el enfoque de los mismos, el acercamiento del conocimiento de los otros; una forma de socializar la sabiduría, saber hacer y la experiencia de todos; y una forma de facilitar la introducción en la profesión y en el ejercicio a los nuevos Abogados. He aprendido más en este AGORA que en cinco años de facultad y varios de ejercicio.
Conozco a un compañero, ya mayor, que siempre me está hablando de su maestro, ya fallecido, y de cuánto le enseñó. Cuando empecé a ejercer no tuve la suerte de tener ningún maestro, pero ahora tengo muchos... ABCD, Albert, Luncar, el Webjefe, Emilio, Homer, Ojizarca, Ibe, Fas, Zahara, Freudd, Yolanda, Olvido, Rubrum, Carrusel, DASA, Juanan, Abogabiado, Baraka, Jpmarbella, Mgm, Olvido, Guayedra, Nuriacarpi, Nuska, Columbus, Selic, Monipeni, ssbt, cristina, sanmateos, adiskkide, fualva, Kelsen, anna, sonata, verdad, brigtte, Annamaria, Laura, Oviers, nestor, melmath, jesvel, mirza, pecunia, daphne, ... y tantos y tantos otros a los que pido perdón por no poder mencionar, pero que con su toga me cubren.”
Llevo utilizando internet para mi trabajo desde que existe en España, allá por el año 1.994, cuando todo estaba en inglés, y el contenido jurídico en castellano podía contarse con los dedos de una mano. Te puedo asegurar que el Agora es, con diferencia, lo mejor que he visto.
Pero ha ocurrido algo en estos últimos tiempos, como comentaba al principio. El Agora esta enfermo, y todos lo que en él participamos, cada uno con nuestros medios, nos hemos conjurado para salvarlo. No quiero decirte más sin que lo hayas visitado. Te espero allí, en el Agora de la Asociación de Abogados en Internet, http://www.abog.net
3 de febrero de 2006
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